

Cápsulas literarias 2025
Nanoensayos
Parte 1
Oscar Sierra Pandolfi
Las fallas ,innovaciones, cambios, aportes, desaciertos, ripios, y reiteraciones de la literatura hondureña contemporánea.
Telegramas del mar (2021) de Alberto Destephen Soler. Poemas brevísimos, nada novedosos, ni innovadores. No tiene ninguna vinculación con el Haikai ni con el aforismo griego, lo que parecen pensamientos reflexivos, y nunca se aproximan al lenguaje poético. Logra traslapar e intenta copiar el título del poemario “El mar y los telegramas” de Carlos Drummond de Andrade, aunque solamente hizo una dislocación ilegitima. Destephen viene de releer a Blake , de remedar a Neruda, y de imitar a Octavio Paz entre otros poetas.
Pretxtos y contxtos de Javier Vindel (2022), se trata de una propuesta trans-innovadora de la mini ficción, minicuento, relato fugaz, y cuento súbito como podrían llamarle algunos teóricos como Shua, y Zavala y entre quienes, Vindel, logra concebir la minificción en términos mayores, considerando que lo que se ha escrito sobre dicho género, no incurre en los requisitos textuales y profundos. Rompe los esquemas de los lenguajes cimentados y sincronizados con el siglo XXI.
Escritos sobre el amanecer (1989) de Livio Ramírez Lozano: poemas facilones, rápidos, con estilo pretensioso, sublime a la vez, con un fondo lúcido, aunque la dimensión formal carece de aciertos estéticos. Livio, nunca ha sido poeta, le han dado atol con el dedo, ya que el respectivo poemario presume junto a sus fallas, y enmascaramientos nerudianos. A 712(2019) de Rommel Martínez, es una propuesta innovadora: ruptura del lenguaje en todos sus niveles, tanto en el nivel alegórico y el lenguaje coloquial, simbiosis que contribuyen a formar un abanico de posibles aportes, aunque la influencia marcada de Charles William Charles y de Cumming. Un viaje de Odiseo posmoderno, da un lance de dados en la transformación contemporánea de la poesía hondureña.
Días de la palabra (2006) de Galel Cárdenas. Es uno de los poemarios del autor de menor fuerza estética-literaria. Presenta redundancias, fallas sintácticas y abusos repetitivos. El trafago diarreico verbal, el tradicionalismo chato. Galel Cárdenas, no muestra sus potencialidades estilísticas en el manejo de los recursos retóricos, más amparados al pasado literario. Huellas de Jaguar(2012) de Edilberto Borjas-Guzmán. Textos emparentados y parecidos a las estampas locales, paisajismo exacerbado, y costumbrismo desmesurado. La temática sobre el general Francisco Morazán, le dan un tinte didáctico y muy sobrio. Sin embargo, el libro presenta tramas esquemáticas, superficiales y artificiosas. Con un diseño lineal que lo hacen permanecer en el tradicionalismo. No aporta técnicamente, hay que considerar su exclusión del contexto de la literatura hondureña.
En las tejas del aire (2019) de Gustavo Chávez. Es un texto fácil, burdo, redundante, superficial y vacío. Con tono declamativo y exclamativo. Un estilo ogro y agrio. El señor Chávez, no logró acertar poéticamente. Fallas metafóricas, adulteraciones léxicas, carencia en el lenguaje, tono ostentoso muy lanzado a lo romanticoide. Lastrado por un estilete gastado y menguado. Abuso de adjetivaciones que le restan fuerza a la globalidad del poema. Las deficiencias y desaciertos q campean ameritan no considerarlo poeta.
Martes como toda la vida(2016) de Denise Vargas. De inmediato, los poemas caen en lo ya escrito por otros poetas latinoamericanos como Jaime Sabines. Primero la densidad se aminora y se pierde. Los poemas largos y lacónicos, se intervalan con deficiencias entre imágenes de pensamiento y semánticas. Aunque su visión existencialista redunda. Nos parece que faltó trabajo de poda y antípodas a nivel formal. Poemas que no cuajan, con una factura cuarteada de flojedad, ataviada por la falta de contención prosaica y una decadencia gramatical a nivel poético. Aburrimiento que soslaya en la primera lectura y sin visualizar la novedad que pretende desde el inicio.
Fiebre sin fin (1998) de Galel Cárdenas. Es un relato con pretensión novelística. Al acudir a una diversidad de metodologías de crítica literaria, sea estructuralista o fenomenológica. Nos encontramos con fallas enormes en la estructura interna del relato. Primero, la pretenciosa pseudopsicología del aficionado sobre el fenómeno social del deporte balompédico. El autor, abusa de algunas repeticiones, sin dar mano al relato iterativo, desploma un abuso del lenguaje del fut. No es una novela, a pesar de las rupturas temporales, inquiere en el abuso del lastre poético. Relato superficial, artificioso con personajes chatos, planos y deficientes en sus actos de habla. Flojo en los planos espaciales-cronotópicos, redunda en actancialidades burdas y lineales. Salir del cuerpo(2021) de Néstor Ulloa. Es un texto de intención poética. Se alarga en muchas implicaciones metafóricas débiles y reiterativas. Abuso de queísmos. No obstante, presenta una forma novedosa de trata el tema queer en la literatura hondureña. Aunque el poder evocativo deslinda el fondo, y cae en lo abocetado del cliché. Deja mucho que desear en la forma estilística, aunque hay algunas reticencias muy propias del poeta Roberto Sosa. Eso no le quita los escasos méritos.
Las virtudes de Onán(2008) de Mario Gallardo. En el texto narrativo de Bolaño, Lima, habla, toma la voz narrativa, en cambio, Gallardo, en segunda persona pone en boca del personaje la alusión de que es amigo de Lima. Es una oposición de índole estética, para maniobrar en la diferenciación, y no subrayar el parecido u homología con el relato de Bolaño. Porque el mismo Gallardo recurre a la desconstrucción lingüística , y al neologismo, para absorber con mala fortuna los laberintos creativos del autor chileno, traspasando la superficie y buceando la conciencia del personaje Lima.
Una cierta nostalgia de María Eugenia Ramos. Aunque Ramos acierta al colocar a nivel latinoamericano el cuento hondureño, eso precisa que refleja conciencia narrativa, que nada lo ha escrito al azar. Debajo de los pliegues del texto se disemina con amplitud imaginativa el talante ideológico y el salto histórico, como ingredientes inclusivos en los cuentos “El vuelo del abejorro”, “Para elegir la muerte” y “Domingo por la noche”. Quizás, no estaría de acuerdo con Rolla ni con Arita, al argumentar sobre la sobriedad e intensidad en los cuentos de Ramos. Al contrario, contienen debilidades, porque se remite al empleo todavía de técnicas que pasaron de inmediato al desfase, claro está, que en la temática nos ubica en el plano latinoamericano, contrario, técnicamente, se entromete en la linealidad.
Atta y otros cuentos (1996) de Rony Bonilla. En el cuento “El Pez” difieren de la extracción implícita de recursos literarios de la novela de Ernest Hemingway; un una especie de matices que van transmutándose, va transformando el texto narrativo en otro efecto; hacia componentes de mucha influencia ; me refiero a influencias marcadas, de alguna forma el contexto en que se mueven los personajes es la cotidianeidad marcada por signos del absurdo en el cuento el “Pez” , donde el argumento lleva la misma partitura rítmica, Sebastián Méndez decide ir de pesca su lucha contra el pez, al igual que “El Viejo y el mar” el anciano se afronta al pez, ambas narraciones, se mueven en el mismo punto traumático; también el despliegue lingüístico que extrae a gran magnitud del escritor norteamericano; con el recurso de ciertas alusiones o de un tratamiento literario que le imprime la problemática de la miseria humana ; desde dimensiones sociales, culturales y políticas; en este cuento demuestra una dosis precisa de copismo o plagio , sin obviar el grado de crueldad en la que se emerge en que la historia interna del cuento está muy asimilada al personaje principal de la novela “El Viejo y el mar” Santiago, de tendencia psico-existencialista . Por lo tanto, explicado lo anterior; Los personajes de “El Pez” sufren un proceso de tormento y de tortura psicológica, y al final el autor logra maniobrar el final del relato con un efecto sorpresivo, eso le da un acierto preciso estético, aunque se le resta méritos por tener una similitud metafórica y narrativa; podría llamarse “Simulación o simulacro literario” que lógicamente está emparentado teóricamente al plagio.
Vida Menor de Nery Alexis Gaitán. Al igual Vida Menor es el trafago psico existencial de la niñez expuesta a la vulnerabilidad contextual y maniática de adultos manifiestos de crueldad y aporías convergidas de astucia y maltrato. Considero que el tratamiento del tema sobre los niños de las calles, se manifiesta novedoso, en el nivel técnico, los personajes están percatados de una propiedad descriptiva, flexibilidad emocional y la trama psicológica enrevesada de mucha fuerza estética. No solo se trata de representar y de interpretar por medio de signos situaciones cotidianas que se viven a diario en la periferias y favelas de los grandes orbes. Lo que implica que agudiza, traspone los planos y hace que el tema sea trascendental.
Reloj de Arena(1990) de Nery Alexis Gaitán, tremendamente estética, por su filial forma de emplear recursos muy de moda en el estilo del siglo XXI, la fugacidad, la fragmentariedad, la ramificación ontológica y el juego del tiempo como tema.
No obstante, no quiero preguntar, dejándome llevar por ciertas disipaciones metafísicas, que en verdad soslayan el problema del “Ser”, porque si en realidad nos compete estudiar el alma, el espíritu, lo angelical, lo divino y lo sagrado como epitomes ocultos en las bisagras de cada texto narrativo. Longino Becerra escribe los relatos que se adjuntan en La guerra de las oropéndolas (1989). Cuentos caracterizados por un realismo patético, directo, con deficiencias en el lenguaje, con el soporte de la narrativa tradicional, viraje en el contexto social, y político, de la guerra fría, particularmente, una estética combatiente, en donde quedan bien las definiciones de Goldman y Lukács, sobre el papel que debe jugar el escritor antes los embates cuarteados por el imperio capitalista.
La balada del herido pájaro de Julio Escoto. Lo esencial que apunta su narrativa va hacia un camino de ruptura de la estructura interna y externa, siempre de forma prudente, con algunos temores en el medio literario. Es reconocible la intencionalidad que apuntala a sobrevivir y marcar una frontera estética entre lo tradicional y los escollos vanguardistas tardíos. No obstante, Escoto, en ambos libros de cuentos antes referenciados sostendrá una búsqueda existencial en el arduo conductor temático del ser humano encaminado a su vía cultural e identidad. Excepto , Guerreros de Hibueras, que se queda varado en el relato rural y en temas comunes como son las guerras civiles aunadas a principios del siglo XX. Aunque estilísticamente, bien logrado por la sobriedad sintáctica y la construcción de personajes absorbidos por las ligaduras históricas y conllevados al imaginario ficticio. Infortunios de Manuel Ayes Callejas. Cuentos planos, chatos, dúctiles en algunas veces, lineales, cundido de muletillas, historias con olor a burguesía y a perfume de viejas encopetadas. Burdas historias de amor, típico de los culebrones. En la cuestión formal, el lenguaje es básico. Con un buen empleo de las reglas ortográficas. Repetición adverbial.Cuentos que no cuajan en esencia y profundidad. Diálogos mal planteados, con embragues débiles. Abuso de las descripciones, y el soslayamiento de personajes guisos, planos y sin vida. La historia de cada cuento esta tirada al azar al vago automatismo. Falta trabajo de poda, de equilibrio sintagmático. Estampas personales, que nos dejan en verdad en el infortunio. Virus del olvido(2011) de Galel Cárdenas. Narraciones fabulescas pecaminosas que pecan de soberbias y se diseminan en un portentoso abuso del lenguaje. Es más que una pretensión que no cuajó ni bregó en el acierto. Existe de alguna manera, la emulación a Samaniego, y a Esopo.
Las fallas comunes, el afán didáctico, que le resta pormenorizadamente méritos literarios, y el conflicto tradicional que se sostiene desde sus precursores. Un remedo que no se asoma a la mimesis. Historias de animales que de alguna manera encierran buenas enseñanzas morales, y ello, nos lleva a pensar que se trata de una mala reescritura facilista del respectivo libro.
Donde las luciérnagas no brillan (2019) de Martin Portillo. Es una novela que logra un exacto y preciso mesurado planteamiento dramático en una historia sobre una familia que compra una casa en el área rural. Donde es poseída por situaciones paranormales y satánicas. A simple vista nos remitimos al abuso desplomado de intertextualidades que nos traen nítidas imágenes del cine de terror, lo cual les resta originalidad a las secuencias narrativas. Los diálogos muy propios de los culebrones. Pobreza léxica semántica. Las repeticiones y muletillas también asumen quitarle la calidad literaria. Aligeramiento narratológico. Un buen remate en el final. El tono de sorpresa bastante puntual. Una novela imbricada como fast food, cae en el bodrio, el cual no merece más tiempo para otras lecturas. Convertida en pastiche y culebrón.
Futbol de la risa (2019) de Daniel Callejas. Es una noveleta que subyace imbricada en una diversidad de fallas estructurales y formales. Aparentemente, el elemento narrativo presume plantearse de forma novedosa. Sin embargo, aflora un didactismo, y la linealidad que se entronca sutil, al mismo tiempo, tiene sus flashes logrados. El lenguaje balompédico, esta tirado como quien escribe un manual para adiestrar entrenadores, tiene que ver con el oficio de pedagogo del autor. Ciertos visos romanticoides. La novela se queda como un bodrio más en la escasa producción de obras de calidad literaria en Honduras.
Ese verde Esplendor(2007) de Felipe Rivera Burgos. En una lectura primera, la voz de Neruda. Aparte de las lecturas sonsacadas de Nicolas Guillén. No presenta nada innovador y redunda en algunas imágenes que aparentan tener calidad estética. Algunas construcciones metafóricas se orientan más a las figuras léxicas para llegar a las catáforas y a la endíadis. Un gajo de poemas, que traslucen sin novedad ninguna. Aunque si se manifiesta la vocación de poeta sin poemas.
Geometría elemental de Denis Ávila. Es un proyecto antológico poético. Muy personal. Halagador para el autor y decepcionante para los lectores que somos avispados en situaciones de lectura. Para mí, encuentro elementos gráficos tipográficos que eran propio de poetas como Vicente Huidobro y Osvaldo Lamborghini, solo para citar algunos casos. Creo que Denis Ávila, pierde el aura poética, se queda en el artificio,


Los poetas quieren ser robots MELVIN SALGADO. UNA OBRA LITERARIA QUE SUPERA FRONTERAS DE ESPACIO Y TIEMPO



10 estilos divergentes en esta propuesta de Oscar Sierra Pandolfi. Libro: 200 ESTILOS EN BUSCA DE AUTOR Gracias a Raymond Queneau, ya que lo hizo en la lengua francesa, y nosotros en la lingua ponz


COMPARTIMOS EL BLOG DEL ESCRITOR JUAN CARLOS VASQUEZ DE SU PAGINA HEREDEROS DEL KAOS
