Se debe saber que es el unico poema escrito sobre el tema del soccer o fut en Honduras, aunque existan: relatos, novelas y ensayos del mismo tema. Sierra Pandolfi se los come vivos, los deja jeta...

13/06/2025oscar sierra pandolfioscar sierra pandolfi

 

  

 

 

 

 

érase una vez un gol

 

  

Oscar Sierra Pandolfi

 

 

 

 

 

 

 

érase una vez un gol 2024

Oscar Sierra Pandolfi

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1

 

Un gol travieso 

Juega a las muñecas heridas

Y el aire se acobarda

Con maquillajes

De payasos hermafroditas.

Un pitazo del viento

Y el penal de la fe

Trastoca la red arácnida

De la existencia,

Ataco por el lado geométrico 

del vacío,

Y atajo como Gordon Banks

El balón disfrazado 

de un obeso político

Con rostro de cerdo obsceno

De leyes que corren 

en posición prohibida

Y la tarjeta roja asesina

La mirada débil del jugador

Que cae al césped de la nada.

Offside discurre un planeta

De disparos contra el cielo

Como Aldo Serena contra los pibes,

De pelotas con pelucas cancerígenas

Y risas rupestres atañen

A  la hipocresía que juega al 10

De Maradona con un driblaje

Contra el destino,

La vida es el partido 

que nunca hemos terminado

de jugar en fair play

una gambeta en las piernas de Dios

y la impureza de la fe

se arrodilla con banderines de infiernos

disfrazados de púlpitos

y el arbitraje divino

extrae la yellow card contra

malévolos ángeles del dirty game.

Yo no sabía que los religiosos

Jugaban ajedrez en el jacuzzi

De Satanás con corbata y gafas 

De Richard Gere,

Y Demi Moore

Se abría las piernas en la boca sedienta

Del papa,

Disparo la pelota de trapo contra

El guardavalla del dolor,

Y desviado, fallo,

Caigo de rodillas entre cajetillas

De maniquíes en emergencia-

Recupero la jugada,

De la existencia,

Hago una zancadilla al amor

Y driblo con certeza ante la muerte

Que me patea el pecho

Lleno de colibríes y cicatrices.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

II

 

Una aeronave discreta de pesares

Sobrevuela la ciudad de insectos humanos

Que corren detrás de esféricos inútiles

11 pies sin piernas

 contra 11 discípulos rodantes

Ante la música del tiempo

Bailan al son de un piano con rabia.

Un balón se convierte en príncipe

De galaxias retrógradas 

Y la princesa estúpida del Ego

Padece del síndrome de Down

Bajo el talismán de una rueda mágica 

 presume velocidades discontinúas,

En un cuadrilátero abusivo.

Piernas juguetonas que se besan

Como homosexuales honestos

De árbitros con estrellas sin himen.

Messi no es el mejor de los peores,

Y Pelé fue la mandrágora del  balón 

En la ceguera del tiempo.

Garrincha agonizaba sin portería.

Maradona metió ese gol

Con la mano izquierda de Dios,

Y ultrajó a las abejitas vestidas

De Hooligans

Les daba anestésicos 

para endurecer las piernas

Y que ellas calmaran la sed 

de sus vaginas. 

 

Cuando llegó al Napoli

Drogaba a los balones y a las porterías.

Nunca había visto a Giuseppe Meazza

Tirarse un narizazo de cocaína. 

Bebeto levantaba los brazos postizos

Cada vez que metía un gol

Con epilepsia y cativí.

Platini se creía el Napoleón Bonaparte

En los plays off de los partidos,

Y a veces daba vueltas de trompo ciego

Siempre el balón iba con sus trenzas

 de niña virgen

Y terminaba meciéndose

 en la telaraña 

de una red abatida

Y muerta.

 

 

 

 

 

 

Cuando nací jugaba al boxeo

Con estrellas pútridas

Vestidas de actrices xxx

Y Mike Tyson violaba banderas

Y árbitros.

Cassius Clays se hizo hermafrodita

Y le ganó a Foreman con los dedos torcidos

Y oraba junto a Martin Luther Kings

Odiaba la guerra de pájaros metálicos

Y cuando estalló la bomba atómica

Surgió Disneylandia para celebrar

Los muertos nipones.

Yo era santo, el enmascarado 

de plata sin plata

 en visión bonsái

Porque le daba 

unas vueltas en 3 D a la vida

Una llave Nelson

 a la tristeza,

Dicen que el boxeo

 no es un deporte samurái 

Es una forma de pegarle legalmente 

a los blancos

Dijo Cabral, 

una vez que se fumó 

un puro de mariguana

Con Curt Cobain y Alice Cooper 

se vistieron

Con Kimonos juguetones

Cantaban al filo de una catana cobarde

Que les envió el emperador Hirohito.

 

Jugar futbol, era hacerme

 el Hara Kiri

Correr fue un riesgo 

para mi corazón obeso

De pulpo sin piernas.

Siempre perdía la pelota 

en el minuto del contrataque

en el escenario maldito 

de la suerte.

 

Robert Waters era mi poeta preferido

En un sueño que nunca existió.

Zapatos con cejas de mujercita

Vuelan entre pentagramas

De pájaros muertos,

No he nacido, parece que el mundo

Es una bola de cristal

Donde nos reflejamos

Con el ADN 

de una jugada adelantada

En el tablero de ajedrez de Dios.

Karpov nunca movió rápido

Los alfiles vestidos de soldados rusos

En la guerra invisible.

Una reina nunca queda en jaque mate.

Eso lo sabía el viejo Churchill,

Que recibió clases de guerra

 Bajo la enseñanza de Gengis Kham.

 

Balón de reglamento

que usaba el apocalipsis 

en un duelo de cadáveres fallecidos,

balón llovido

/mordido/

Muerto sin ojos/pasado

 de muecas en portería

extraviada/

suelto el golpe/a tierra polo.

Balón hermafrodita/pelota prostituida.

 

El balón se le fue 

un poco largo a la vida...

entró con fuerza 

a una pelota disputada

x políticos con anatomía 

de escorpión amanerado. 

Le ha pasado el esférico 

para que haga el golballet

Contra la pobreza. 

 

Le he dado cien pataditas 

al dolor de estómago,

 / toques al balón, despacio, 

como quien acaricia una mujer, 

así tiraba Van Basten.

Pasar arriba del balón 

de la fe,

Saca esa pelota

 como tirarla, no necesitamos.

Dios nunca jugó básquet. 

Sin jugaba golf 

con la conciencia humana

Y Satanás siempre era titular

En todos los partidos celestiales.

 

La vida se encerró 

En un iglú transformado en pelota

Desnuda en una piscina

De peces golfistas

Que juegan boliche 

en los casinos de Nevada,

Muevo la pieza alfil

Y la muerte

Con su máscara 

de futbolista fallecido

Me ataca por la banda derecha 

Del corazón.

 

Un movimiento diastólico

Sucumbe en los ojos juguetones

Del viento,

La vida corre como Kempes

Contra la Naranja Mecánica en 1978,

Los holandeses vestían

De quinceañeras sin himen

Y parecían en la cancha

Bateadores en ultima base

A la espera 

del último inning de la fe.

Siempre me pregunté

Por qué el beisbol

Lo inventaron los gringos

Y es para que los comunistas

Se hicieran los pendejos

Jugando malévolamente 

al Cátcher y al pitcher

De la propiedad privada.

 

Me llevo el esférico por el bando

Derecho,

Doy una zancadilla al éxito

Que me hace una jugada de laboratorio

con el pase profesional de Carnegie

Alimentado por los poemas

Escritos por estatuas de origen dudoso.

 

La niebla de la montaña rusa,

De la pasión espera que la demagogia

Haga un disparo en posición prohibida,

Contra la portería macabra

De los pobres.

 

Una pelota sale despacio del sombrero

De Mandrake,

Vestida de la USArmy

Con cascos azules,

Juega con muñecas barbies,

Y nos ata los pies para no seguir corriendo

Por el mediocampo.

 

Golazo de Wallstreet

Contra la  arteria aorta de la paz,

El futbol del Kukusklax.

 

 

 

 

 

 

Gol de un enfermizo Geiger 

Ante el hat trick contra la suerte.

Gol reloj sin manecillas con sarpullido.

Contra el futuro sin fichaje.

Gol turbo sin energía eólica. 

Gol iglú de esquimales drogadictos.

 

Herbívoras plantas

Crecen en los estadios

Con flores anémicas

Y cespedes diabéticos

Drogados con alcanfor

Cuentan historias de croatas

Con espitu Cro-Magnon

Dispara contra el vacío

Y Davor Suker escribía una carta

A los muertos de Croacia.

Cro-Magnon man amenaza a Putin,

Con sus garras asesinas

De un juguete escondido

 en la Caja de Pandora 

de la verdad.

 

 

 

 

 

El fut es la diplomacia 

de soldaditos de papel

O de murmuradores

Que hacen croak.

 

El croaker, no croaky

croaky voice de secretos

de aguijones amaestrados,

surgió el balompié

Entre un crochet de guerras.

 

Brasil lloró en el Maracaná

En 1950, 

La CIA se llevó preso

al capitán Varela.

No existía Jules Rimet.

Dino Zoff no 

aceptó las jubilaciones en 1982

Y Uwe Bain, después de Italia 90

Lo vi trapeando el metro en Berlín.

 

Gabelo Conejo 

se operó la próstata

Después de aquellas voladas 

contra Suecia.

Volví a nacer

Y jugaba a saltar

 la jabalina del perdón

Y un hipódromo 

Dejaba que los caballos sin cabeza

Corrieran el riesgo de la vida.

 

Yo apostaba a la esgrima

De un partido de fut

Entre Dios y el malévolo Lucifer.

 

El maligno siempre echaba sus goles

A balón parado,

Job fue el primero portero goleado

Y David el primer defensa en ganarle

Al enemigo. 

 

El futbol fue sagrado 

entre los romanos,

Era una lucha de gladiadores,

No se jugaba con una bola

Los musulmanes 

Piensan que es un deporte dañino.

 

Nunca le pregunté a Pep Guardiola.

Por qué España ganó el mundial 2010.

Francia siempre hizo la revolución 

Con Robespierre y Zidane

Que usaba pelucas de la época

De Carlos II en Inglaterra de los Tudor.

 

Los estadios eran lugares sagrados

Donde un platillo volador

efectuaba sus secuestros,

Y los grandes goleadores

Ascendían a escondidas. 

 

Pele era un extraterrestre

Que vivía de la fama de sus goles

De play boy,

Y Maradona era un cuento

De Alicia en el país del antidopping.

Peter Shilton leía la biblia

Para descubrir que no fue la mano

De Dios que le metió ese gol.

A los mexicanos les gusta el fut

Cuando visten a la virgen de Doña Lupe

Con la camisa vulgar del Necaxa.

 

No creo que Pedro Infante 

haya sido Jugador

Del América.

Aunque Chespirito metía goles

En las películas 

con una carcajada dorada.

 

Los mejicanos no aprendieron 

a jugar balompié.

Lo que hacen 

son telenovelas en el estadio,

Dramatizan casos de la vida real.

 

A los hondureños,

 juegan potras

A chuñas, 

Son los peores players

Del fut en el hemisferio perdido.

 

Hacen mates de buenos tiradores

Ni huleras, ni mables juegan.

 

Recuerdo en la pantalla malévola

De mi mente

La jugada del Gavilán Calix.

O las metidas de pata de Marco Anariba.

 

Piruetas de payasos en la alforja

Dilectos personajes de lúdicos tiempos

Presagian algarabías del crack

Platini hacia tatuajes en el aire

Tacconi no jugaba con las flores

Del jardín,

El fut se jugaba con el alma descalza.

 

Dispárala 

Tutti palla

Atajala 

Gamba siniestra.

Apabulla Signori y Costacurta

Sabían el ABC de los goles mágicos

Y las piernas duras y estériles.

 

De los árbitros

Pitaban con infecciones en el gaznate.

Inglaterra  casi mataba  a la reina en 1966.

No volvieron a ver una copa vestida

De la reina Isabel.

Shakespeare sigue riéndose 

de sus paisanos.

Camerún era una dama virgen

Cuando les hizo el amor 

a los pibes

Con el gol de Biyik,

Y los rusos le quebraron la rodilla

A Pumpido,

Llegó Goicochea…

 

 

 

 

Beba cerveza todos 

los días para que la ebriedad

De la vida no le pase las facturas.

Siga con el balón acostado, 

firme

Enchútela, apáguela,

Que desquiciado coachear, 

fuma hasta los codos.

 

La Tota jugó un pentágono

 de mundiales.

Tino Lettieri

Estaba arrepentido

de ser canadiense. 

Le pegaba frío patear el balón 

En los campos de nieve de Alaska

Cuando entrañaba.

 

Alexis Lalas

Se rasuraba con presto Barba

Y fumaba Malboro,

Kassey Keller

No quería ser arquero otra vez,

Porque iba a actuar en una película 

de Mel Gibson.

Lo gringos never win a coup world.

 

Son batboys para jugar,

Ellos juegan hockey en wall street

Y el Galaxy

Es para que las mujeres vestidas 

de hombre

Aprendan del futbol.

 

La Hija de Clinton es jugadora,

Le ganó a Isodora Duncan

En el patinaje

Y a cantar mejor 

que Barbra Streisand.

El futbol tras

 los rayos ultravioletas,

Los átomos juguetones 

contra el arquero,

Fotea la impresionante

 jugada de crossing.

Los paraguas aficionados 

se ríen

Y se abrazan 

en un gang bang de tañidos

Besos con sabor a SIDA.

 

 

 

 

Como vas a saber cuándo

se le rompió la tibia 

No fui hincha, 

ni seguidor de nadie.

 

Yo no sabía que los pararrayos

 jugaban fut.

Que los jugadores rezaban 

después del partido.

No sabía que la iglesia compraba goles

Con los diezmos.

No me gustaban los tiros de corner

Cuando la vida daba 

sus miradas de sangre.

Hungría supo echarse 

a la espalda

Los goles de Puskas.

El Salvador fue un equipo cobarde

Cuando le metieron 11 a 0.

Los goles fueron cargados en el avión 

Y llevados a un museo en San Salvador.

 

 

 

 

 

En Honduras

Nadie vive del balón,

Muere del fut.

Todas las mañanas mueren los lirios

De la sonrisa de un futbolista.

 

Ayer  falleció el hermano

de Wilson Palacios.

Ayer murió Arnold Peralta.

El chocolate Flores. 

Una sombra los mató.

La envidia les metió 

un gol de gambeta.

La muerte juega

 sus mejores pases

Prohibidos.

Nadie se atreve a sacar la tarjeta roja

Porque el silencio es el mejor árbitro

Para estos partidos.

 

La geometría traviesa del estadio

Deja crecer amapolas

En los ramos viejos de la portería.

Una canción se esconde en los pies

De Burruchaga.

 

 

 

 

 

Azota una llovizna del marcador

De un gol siamés

Que juega a ser astronauta bajo el sol.

Hipódromo de jugadores

Con melenas extrañas

Gullid dribla contra el cielo

Y Brehme tira despacio

Con las muecas de jazz de Müller.

Zenga sabía dar sus voladas 

de mosca veraniega.

La araña Negra, cundió 

como pájaros muertos

Las piernas mágicas de Pele. 

 

Eusebio era la bestia King Kong

Que disparaba contra todos

Y el balón quedaba apachurrado

 de nostalgias.

Butragueño siempre leyó los poemas

De Bécquer antes

 de salir al ataque.                        

Sol Campbell jugaba

 hacia atrás con la pelota

Envuelta en una tijera eólica.

Hacía nudos juguetones en el corner.

El cuadrilátero con ojeriza

Irradiaba el crepúsculo

 entre rostros atareados

De risas y lágrimas.

 

En el tórax de sillas destruidas

Y de goles afiebrados.

 

Yo no sé cuántos mundiales 

se han jugado,

Karpov movía la última pieza 

Sin fecha de vencimiento

Y los latidos del segundo tiempo

Dejaban que detuviera 

la pelota disfrazada

De mujer embarazada.

 

La bola rueda sarcástica 

como una planta carnívora, 

el mundo  espiral de sueños

de victorias nauseabundas,

que el alma sostiene. 

 

 

 

 

 

En este rincón del mundo, 

el fútbol 

simple juego.

Es una lengua nopales eufóricos,

 El gol discurre en el peaje

De anónimos laterales.

 

Clímax de quejidos sonámbulos

Fambulesco  supremo roedor 

en el aire,

 explosión de júbilo 

de calaveras

ungidas de pasión,
un instante de gloria

 en los pies heridos,

Jugadores celebran

 la fe del vacío

De una portería abandonada 

a la merced

Del viento,

 Héroes ignotos  

de este cuento fugaz,
danza del balón

 en las pupilas de DIOS, 

cada gol,  disparo audaz 

en las vértebras del tiempo.

Silbato de bocas exhumadas 

al final del telón,
queda en el aire la magia,

jazz del balón.
orquesta límpida 

un ballet de pies 

al final del partido cortado

por una mano malévola

de signos rodantes.

 

Esfera oscilatoria mira

 el trampolín de manos eólicas,

el beso ofuscado de un arquero

muerto a media luz,

y una jugada de balón  prohibido

al final de enmarañada tarde

hiere el silencio de los alcaravanes

de jugadores  abandonados

que escapan marginados 

y la balada de músculos 

en play off disparan 

 contra la sinfonía

de la oscuridad.

 

 

 

 

Se pierden por el lateral izquierdo

Del abismo de cruces 

con fémures postizos, 

Y en cuellos corta2 en x,

Saltan como mariposas muertas

Y de una cancha fúnebre

donde la piel erizada 

de gramas con piel de cebra

se convierten en teatro de golf

y de esferas preñadas de pentágonos

adúlteros.

 

 

El trafago de Schillacci

que le metió un gol de media cancha 

a la muerte,

lo vi correr contra la portería de Dios,

era la ternura de un golpe

contra la exactitud de eterna.

 

Sostengo el balón con el equilibrio

De una mala jugada,

Driblo con fuerza 

en el aire

Y ciño mi fuerza 

contra los espejos

De la lluvia

Corro contra el réferi

 en una volada

De la Tota Carbajal 

o de Higuita

Con malabares 

de escorpión drogado

con criptonita. 

Siempre jugué doble partido

En la vida, 

por un lado

Tiraba penaltis enfermos

De gonorrea 

y de recuerdos torcidos,

Y en la otra banda,

 era transparente atacador

de la existencia,

Manejaba la pelota 

con suavidad

Y daba pases precisos a la suerte,

Y de repente, 

Perdía la magia, 

Una tarjeta roja vestida de niña

Me acompañaba en los contraataques.

El mágico Gonzales 

fue famoso en la revista Forber

Y Roberto Baggio con Vialle

Siempre soñaban con el scudetto

De la gloria,

Yo era ese niño que a chuñas

Tiraba pelotas 

Como pájaro estático 

en la mano de la soledad

coleccionaba  pesares 

en el adiós de los aficionados

en los muros derrotados.

Recordé que Vilanova 

y Antonio Puerta

Descansan en tumba de  ausentes.

Era la estrategia mortal

 de infelices balones

Y en el estrago huracanado 

De un infarto a medio llanto ,

a medio andar,

era una jugada certera y lívida.

La  simple lejanía de una cicatriz 

que volaba una patada 

al arco endurecido,

y engavillado por la velocidad

que festejaba el último inning

de la vida.

 

 

 

 

 

Trajiné la montaña juguetona

De risas y vivas.

Era España que abría el cielo

Con un gol contra Holanda

En el 2010,

la reina cambiaba su vestido

y se rasuraba alegre. 

Pagliuca se lanzaba 

como una araña aplastada

Y  la cizaña de una pelota

Se adhería al santo y seña

De un  pequeño eslabón 

De kilómetro infra añejo.

 

Youri Djorkaeff

Añadía en efecto eñe

El sueño extraño

De marcar en el ecuador maldito

De un partido que se esfumó

En el pitido cobarde del réferi.

Alain Boghossian

 ya no jugaba en la Sampdoria

De antaño

Y una mañana con maña

Olvidé que Lubos Kubic

Era un buen jugador

Porque se me perdió aquella figurita

Que guardaba en la memoria de la niñez.

El agua que cae en los estadios no es transparente

Y el otoño no existe en los mundiales

De fut,

Yo sabía que Enzo Bearzot 

Y Washington Tabaré

Envejecieron con los botines puestos,

Nunca super si los antiguos egipcios

Jugaban básquet con las momias

Las pirámides tienen secretos

Llenos de arena

Y ahí se esconde la cobardía

Del rio Nilo

Que se colorea de azul… 

TutanKamon

Se sabía unos cuentos de hadas

En el mar rojo.

Yo no jugué fut

Porque mi abuela

Se refugiaba los domingos

En la misa

Y el sacerdote rezaba cada 3 goles

Que le echaban al equipo del barrio.

La última vez que vi jugar a Romario,

Los pájaros bebían agua de la ventana

Y el televisor agonizaba 

con las telenovelas mejicanas

Yo rezaba con las revistas de la Playboy

Quería ser un player de beisbol

Como Joe DiMaggio

En tercera base,

Sin daños colaterales

Caía el sol en el ecuador del campo,

La gente era un jazz confundido bajo la lluvia

Siempre soñé ser un vago

En las calles de una línea recta desnuda

Y los racimos de risas

Entreverados en el primer gol

Que le inyectaron en 3 ccc 

A memo Ochoa

Y no sé por qué Bora Milutinovic

Fracasó con la selección 

de la Virgen de doña Lupe en 1986.

Hugo Sánchez era el único

 Santos el enmascarado de Plata

Que jugaba decentemente

 en el Real Madrid.

Es que los mejicanos 

no nacieron futbolistas.

Pienso que hubieran llevado 

a Juan Ga de arquero

Y a Chente Fernández 

en la delantera.

Ataca la existencia

Con un pase de profundidad,

Y cada mañana cuando despertaba 

con los ojos cerrados

tome Coca Cola, la chispa de la vida

meta goles, cerveza Coors.

Tiro de esquina :

Baterías Rayo Bacs,

Y recorra el mundo con Toyota.

 

Jorge Campos

Ya no atajaba goles,

Olía a sangre y a telenovelas.

Igualmente, Guatemoc

Era un mal poeta con la pelota

En la delantera

Que hasta el beso de una actriz

Se deslizó en los esqueléticos caminos

Del amor.

Miguel Mejía Barón, no era varón. 

Los mejicanos, ibid.

No juegan balompié en Fair Play

Padecen de epilepsia 

cuando llegan los argentinos

Con pelotas de ping pong.

Recuerdo a 

Yeltsin Tejeda y Juan Pablo Vargas,

Cuando perforaron a la vieja señora

De Alemania

Aunque al final el score dio vuelta

De ruleta rusa

Dejaron tirados en el césped

De la derrota a los ticos en 2022.

No creo que los costarricenses 

sepan de fut

La suerte siempre 

Es la fiel compañera

Como un perro 

que no abandona a su amo.

Aunque Medford y Cayasso

Se ganaron a pulso

 un lugar en el reloj del alma.

Gabelo jugaba atajaba 

sin el dolor en la próstata.

 

Hasta el

Doomsday

Miré que el Minotauro

Encendía los balones

Con el fuego del Hades.

Cuando Pele le disparó

A la araña Negra,

Yo escuchaba la canción 

de Rollins Stone “Angie”

Bajo el puente Giovani Verazzano.

No me gustaba 

ver partidos estilo Western

Porque los alemanes 

Sacaban lirios del pecho

Con el nombre de Uwe Seeler

Y Rummenige con sus tatuajes

En el antebrazo derecho.

Yo les grité en medio del otoño

Que leyeran a la orilla de la portería

Los poemas de Goethe

Y que los goles de Muller

Los coleccionaran 

en la tumba de Hitler

O del general Rommel.

Polonia levantaba la estatua 

de la libertad

De Lecz Walescza

 y Kazimier Dyna

Con Gregroz Lato en la delantera.

No volvieron a ver jugar el fut.

Los polacos no conocen el verano

Nunca han dormido bajo un iglú.

 

En Perú los Indígenas no juegan fut

Le pregunté  a Vargas Llosa

En Lituma en los Andes

Y Todavía recordamos 

el puñetazo estilo Mike Tyson

Que le dio 

a Gabo en cien años de Soledad.

Los comunistas no tienen novia.

 

Los capitalistas venden jugadores 

Como cajas de uvas en los supermercados.

A veces tienen blackfridays

En las calles de Londres

Y de Madrid. 

Luca Modric alucinaba 

ser el mejor de los peores.

Yo creía que el espectáculo

De una pelota

Era solamente una pasarela de una bola

Que rueda parapléjica

 en el talud 

de un estadio lúgubre y solitario.

El árbitro pitaba, acuoso

 y aligerado.

Yo no fui un atleta con pie plano

Ni con los hombros anchos como Platón

Jugué póker al azar con una tirada

De cartas con migrañas

Aposté lo que no poseía

Y la existencia 

se fue quedando apagada

Y arranqué mis pupilas pegadas 

a la luna redonda

Ya no soportaba a los hinchas matarse

Por 11 jugadores que avergonzaban 

a la valentía y al amor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

III

 

Los mayas jugaban fut

Con pelotas desechables

Y se emergían en el alma

Del sacrificado

En un gol que rodaba en el abismo

Tedioso del Tikal.

Arrojaban coágulos de dioses

A los pies de una esfera enferma

Que supuraba maíz 

Y el guerrero se transformó

En el goleador de las batallas

 contra los enemigos.

 

Alfabéticos balones

Bailaban en pasarelas

Y domestican la sapiencia

Del homo sapiens.

Agujas traviesas se ríen

De los añejos triángulos

De beisbol 

Y una pelota de golf

Se quiebra en la geografía absurda

De parqueos drogados

Y de árbitros con pectorales postizos

Y banderas de hippies

Atarean al viento.

Yo veía que Bujadin Boskov

Era el Alfred Hitchcock del fut

En las amígdalas de España.

Dicen que todos los peloteadores

Del Barca

Descienden de los visigodos

Y de la próstata de Amílcar Barca.

Dudo que 

Cristóbal Colón

 haya jugado fut

En el equipo 

que fundó la reina Isabel

Ante de venirnos a golear

Con tiro de esquina

 del descubrimiento.

 

 

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