Transparencia de la nada de Melvin Salgado

POETICA POSMODERNAoscar sierra pandolfioscar sierra pandolfi

 

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Transparencia

de la nada

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Engaño

 

El infinito 

cuelga en un cántaro de barro,

el horizonte crece en el omóplato del viento,

la utopía es el insomnio en la caries de mis manos,

la tarde es la noche detrás de su disfraz de Br. Bean

y no quisimos darnos cuenta,

apetece vivir en el engaño. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Autorretrato

 

Mis pinceladas 

sin pintura, 

todo cabe en la desesperanza

de vórtices sin lienzo,

nada se pierde 

en las hueseras del tiempo, 

la alegría juega 

con los matices de lo incierto, 

mis mecánicas manos registran

el  control 

de sismos matemáticos

en el ayer sin mañana, 

la oxidada estampida de promesas 

gruñe a las hirsutas paredes  

de mi anverso autorretrato.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El abuelo

 

años atardecidos,

consume tabaco de nostalgias

bajo el nogal de sus dolencias. 

Sus quimeras: 

opaco cielo en la orilla 

de un vergel descolorido.

Sus hijos: 

pájaros sin alas 

en el andén de la ternura. 

 

Dormita: 

el engranaje del reloj descompuesto

es el crucigrama 

donde escabulle sus horas contagiadas 

el calendario le muestra sus colmillos 

y el hambre le suelta un derechazo 

en la boca del estómago,

dialoga con el silencio

 y una foto con cesaría 

le saluda desde las cenizas del ayer.

 

En el río agrietado 

de sus desvaríos

depura a la tristeza 

vestida de mujer,

esconde heridas

 en el vacío de su sombrero, 

hila y deshila remembranzas

en las temblorosas columnas

 de su casa, 

la vida se escabulle, 

sube a la nave sin retorno. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Soliloquio del solo

 

Es nuestra asignatura 

morir a nosotros mismos,

permanecer incólumes

entre el vendaval de hipocresía

que nos avienta rastrojos en la cara, 

nadie más está

donde no sobran ni las migas,

nadie acompaña

al que sufre una hecatombe, 

al que no tiene 

ni siquiera una lagrima que lo cobije;

en las travesías espinosas

debes tragarte tu espumarajo,

convertirte en hierro

aunque el óxido lo cubra todo, 

debes reír

aunque sólo sea una mueca sin vida,

debes hacerte el sordo

para no caer en los pesares del no sé

que,  

llora escupitajos sobre el desahuciado,  

no insistas en que otros

abracen tu tragedia,

recubre tu alma de ceniza

para que espantes el veneno

de la indiferencia,

enciende tu lámpara,

rasga tu silencio,

aúlla tu tristeza,

hazle un nudo al estomago

para apagar sus mugidos,

ponte gafas oscuras

y sal a enfrentar tus penas,

estas solo,

olvida tus bóvedas vacías,

olvídate de todos, 

desgarra esas ropas de indolencia,

no te dejes vencer,

aun corre sangre por tus venas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Incertidumbre 

 

nos inquietan los atajos sin salida

y las promesas que se escabullen

por asiduos resumideros,

somos herederos de la herrumbre,

de la muerte sin sentido,

de auroras con colmillos,

de lluvias como fieras,

cambiamos libertad por cualquier fruslería

que posibilite seguir andando,

estamos aburridos de las mismas migas,

cabizbajos, ante sucesión de tragedias,

el optimismo dejó de ser ingenuo,

las piernas flaquean ante el caos que nos persigue,

el mundo ha cambiado en demasía:

¿Quién detendrá este ciclo de contrariedades?

¿Quién redimirá la fe contaminada?

¿Seguiremos siendo gobernados 

por la incertidumbre?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Supervivencia

 

Cubro mi psiquis

con amalgama de agua y ceniza

en un noble intento por evitar

el molesto cardumen de privaciones,

en la hostilidad de este ambiente

de mentiras y falsedades

queda dejar engarzada la piel, 

sobrellevar las mordeduras del dolor,

estar atento a los depredadores,

construir fuegos en el alma,

no caer en la escarcha del desamor.

Estamos solos en esta selva de indiferencias,

debemos avasallar nuestros miedos,

cuidar nuestros pasos,

evitar mordeduras de serpientes,

los días son un infierno,

las noches glaciares,

el hambre es un molesto gruñir,

los frutos escasean,

cada vez es más difícil sobrevivir,

estamos a la deriva,

a merced de la vida.

 

 

 

 

 

 

Patria

 

Quise cantar al son de los poetas

que no cesan de hilvanar loas a tu nombre,

pero sería una falacia, una romanza de espejuelos.

No puedo exaltar tus glorias cuando te visten de harapos,

cuando ultrajan tu esencia y destierran a tus hijos,

todo es conflicto, un espectáculo barato,

tus días los tiñen de miseria y espanto,

han descombrado tus montañas, han hurtado tus ríos,

no queda donde echar anclas, donde elevar la confianza,

todo es desacierto, incertidumbre, hondonada,

el queso es custodiado por ratas,

las columnas que te sostienen están apolilladas,

parece que pierdes todas las batallas,

nos hemos quedado sin ti, te han repartido en fracciones,

tus hijos son paria en otras latitudes y aquí,

en este circo, extranjeros nos dictan las pautas,

vivimos en una casa prestada, 

alto es el costo de vida,

todo el pesar de tus hijos pesa 

sobre los cristales,

hoy no puedo deshacerme en alabanzas, 

estas hecha una pocilga.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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